La aplicación de cualquier material o actividad para la mejora de su rendimiento motor, con independencia del contexto, se deberá sustentar en evidencias que aseguren un uso positivo para el consumidor final. Y la investigación científica es la clave para asentar conceptos y protocolos de actuación éticos, seguros y comprometidos especialmente dirigidos al tratamiento, prevención o curación de patologías, modificación del estado físico o psicológico, o para restaurar, corregir o modificar funciones fisiológicas.

Es imprescindible estar respaldado por pruebas técnicas o científicas acreditadas. Cualquier empresa creadora y desarrolladora de una patente innovadora que desee un compromiso ético con la sociedad, necesita continuamente testar y supervisar las vías de desarrollo y aplicación metodológica de su producto para seguir generando y asentando evidencias corroboradas que garanticen su seguimiento y acompañamiento diario para su correcta aplicación.

Materiales y métodos emanados de intereses particulares que no hayan sido contrastados científicamente podrían poner en entredicho la imparcialidad de proceso así como terminar siendo un peligro para la salud pública. 

Actualmente es muy clara y contundente la regulación legal vigente al respecto de la publicidad e información realizada por las entidades que oferten servicios y productos incluidos dentro del ámbito funcional de las profesiones del deporte y la actividad física, determinando que esta deberá ser objetiva, prudente y veraz, y que no podrá fomentar prácticas deportivas perjudiciales o que puedan poner en peligro la salud, el desarrollo personal y la seguridad de las personas. Asimismo, en la regulación se destaca fervientemente que habrá de respetar la base científica de las actuaciones y prescripciones que rigen la actividad física y la práctica deportiva. 

Explicitando también claramente en ella que queda prohibida la publicidad de los servicios o productos que se oferten como poseedores de propiedades para el tratamiento, la prevención o la curación de enfermedades, para modificar el estado físico o psicológico, o para restaurar, corregir o modificar funciones fisiológicas que no estén respaldados por pruebas técnicas o científicas acreditadas.

En definitiva, la investigación científica es un aval de calidad para una patente como el sistema Menatechpro System® integrado en prendas deportivas, tanto en su desarrollo inicial como en su adaptación y mejora a largo plazo. Esta es una clara demostración pública de la máxima garantía de sus productos y de su compromiso con la sociedad. 

Fdo. Dr. Juan Carlos Colado